Aunque no he dejado de estarlo desde la muerte de mi padre. Hoy hace un año.
Este fue el principal motivo por el que terminamos cerrando mi tiendita en el casco antiguo de Altea.
A los pocos meses de abrir El Cuarto de Tula, mi padre tuvo un derrame cerebral, y aunque al principio no fue muy grave las cosas se fueron complicando.
Después de 8 meses, 14 días, tres hospitales y mucha lucha mi padre murió.
Es lo más duro que me ha tocado vivir y aún intento superar este revés que me ha dado la vida.

Papuchi te quiero mucho y te sigo echando muchísimo de menos.